El principio activo que posee la manzanilla es un aceite esencial muy aromático y un alcanfor semejante al de las lauríneas, además contiene un principio ligeramente amargo. Esta última substancia es la que explica su utilidad para estimular el apetito en los estados de anemia. Por el aceite esencial se considera como estimulante de la secreción del jugo gástrico, y por eso mismo es útil favoreciendo a la digestión, además tiene una acción antiespasmódica lo cual hace que calme los cólicos en las indigestiones e impide el desarrollo de gases intestinales.
La infusión de manzanilla también es favorable en las épocas menstruales, calmando los cólicos, pudiéndose usar también en lavados vaginales, es útil en los casos de leucorrea, especialmente en la que depende de estados anémicos, pero no en las de origen infeccioso, en las cuales se necesita una acción antiséptica enérgica, que sea más intensa que la que posee el aceite esencial de la manzanilla.
En el lavado de los ojos, la infusión de manzanilla es útil también en los casos de conjuntivitis, haciendo desaparecer la irritación de la mucosa, este empleo es muy recomendable en los niños pequeños, ya que la planta no contiene ninguna substancia tóxica.
La infusión de manzanilla se prepara con 2 o 3 gramos de hojas y flores en 100 mililitros de agua, la cual se toma después de los alimentos. Para uso externo la preparación debe ser el doble, y es preferible emplear la planta fresca la cual contiene una proporción mayor de aceite esencial y mucho más activa.
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