Los lunares son pequeñas manchas que aparecen el la piel, son muy comunes y se presentan por lo regular durante la niñez o la adolescencia. Los lunares se forman mediante la acción de las células encargadas de producir el pigmento de la piel llamadas melanocitos. Estos también reciben el nombre de nevos y pueden tener diversas formas, se presentan de forma aplanada, o abultada, lisa o verrugosa, de igual modo su color también puede variar y ser pardos, oscuros o negros. Inclusive en muchas oportunidades pueden tener el mismo tono de la piel.
La mayoría de los lunares no representan ningún peligro, así que no hay la necesidad de extirparlos; en casi todas las personas se presentan por lo menos doce lunares, aunque existen algunas que tienen mas de un centenar de estas marcas, de los cuales la gran mayoría son considerados atractivos, por la forma que tienen y el lugar en el que aparecen.
Sin embargo cuando un lunar cambia de color, tamaño o forma, es importante asistir a una consulta urgente con el dermatólogo, además cuando un lunar deja de ser inofensivo, puede presentar ardor, picor, dolor o sangrados.
Los nevos displásicos o los llamados lunares atípicos, son mayores que los lunares ordinarios, pueden llegar a medir más de un centímetro. Su forma puede variar al igual que su color, yendo desde un pardo claro hasta uno muy oscuro situado en un fondo rosado.
Existen muchas personas que pueden llegar a tener cien o más lunares atípicos, aún en la edad avanzada se pueden seguir presentando, estos se localizan en cualquier parte del cuerpo, especialmente en aquellos lugares que regularmente permanecen cubiertos. Las personas que tienen muchos lunares atípicos y que además tienen familiares que han padecido de esta clase de lunares (o en su defecto, melanoma), deben tener mucho cuidado puesto que tienen una gran posibilidad de llegar a padecer cáncel de piel, pues es hereditaria.
Las personas que tienen lunares atípicos deben estar muy pendientes de los cambios que estos lleguen a presentar y, con mayor razón si existen antecedentes familiares de melanoma, así que ante cualquier sospecha se debe buscar ayuda profesional de inmediato, además siempre se tiene que utilizar un buen protector solar, ya que los rayos del sol incrementan el peligro de desarrollar cáncer de piel.
¿Como puedo saber si mis lunares son anormales?
Es muy importante aprender a identificar los lunares anormales, para poder hacerlo se debe examinar la piel con frecuencia y establecer la diferencia que hay entre un lunar inofensivo y normal ante un lunar que se esta convirtiendo en uno anormal, que puede terminar en un lunar canceroso. Hay que tener en cuenta:
- Un lunar sospechoso no tiene asimetría, es decir una de sus mitades no es igual a la otra, puede variar el tamaño, la forma, el color y el espesor, no parece formar parte del mismo lunar.
- Los bordes son muy irregulares, son borrosos, no tienen una forma definida.
- El color no es igual en todo el lunar, puede tener varios colores a la vez .
- El tamaño de un melanoma puede estar entre los seis milímetros de diámetro, o un poco más pequeños. Su tamaño varía.
Ante cualquiera de estos signos lo mejor es acudir a una atención especializada, ya que si se deja avanzar puede volverse un problema de salud verdaderamente complicado y peligroso. Recuerda que lo primordial en un caso como este es la prevención o en el peor de los casos si el melanoma ya se ha presentado, la atención inmediata es la mejor manera de parar la enfermedad a tiempo, por ningún motivo hay que dejarse vencer, ni por este mal ni por ningún otro que nos este acechando.
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