Una mentira piadosa se le perdona a cualquiera, y más aún si es tu hijo quien la hace. Pero si te enteras que tu hijo miente constantemente, ¿te agradaría? ¡Seguramente no!
Si bien los pequeños suelen utilizar la mentira de una forma más intencional para conseguir ciertos propósitos, la mentira siempre trae algo aparejado.
¿Cómo interpretar la mentira?
Como el ying y el yang, todo se puede interpretarse de dos maneras, ya que en todo bueno siempre hay algo malo, y en todo lo malo siempre habrá algo bueno. Por tanto, en vez de querer agarrarte la cabeza cuando descubres algo que no querías, considera a esa situación como una pista de que algo no está funcionando como debería.
Los niños suelen mentir por muchos motivos, y por ello deberás averiguar siempre que es lo que le sucede que opta por esa expresión. Habla con tu niño, escúchalo y visualizar todas las acciones y los gestos que demuestra al relatar, de esa manera podrás saber que esconden todas esas actitudes.
¿Por qué los niños mienten?
En algunas circunstancias, la mentira sirve para mantener elevada la autoestima, engañándose a si mismo para impresionar a los demás, o tal vez pueden mentir para ocultar una mala nota en la escuela y no llevarse un castigo. Por tal motivo, es probable que te centres en valorar sus logros y sus esfuerzos para que día a día gane más y más confianza en si mismo.
No obstante, es fundamental que te sientes con tu niño y le expliques las consecuencias de mentir y le enseñes cuales son los valores fundamentales para que los incorpore en suetapa de aprendizaje.
Las consecuencias son para todos
La mentira es una señal notable de que el niño ya piensa y percibe cosas que ninguno había notado. Una mentira puede generar la pérdida de confianza de los demás hacia esa persona.
Sin embargo, existen otro tipos de mentiras menos complejas, las cuales son utilizadas para dar las gracias por un obsequio que en realidad no se deseaba. Lo más importante en estos casos es escuchar y saber resolver ese mal comportamiento.
Consejos para los padres
- Cuando las mentiras se hacen frecuentes sobre un mismo asunto, lo más probable es que tu niño exponga algún tipo de angustia.
- La presión y los interrogatorios de manera insistente, al igual que los gritos no llevan al niño a decir la verdad. Por consiguiente, evítalos ya que pueden tener el efecto contrario.
- Las criaturas de hasta cinco años, generalmente no consiguen separar lo real de la fantasía. La imaginación logra ser parte de su desenvolvimiento normal, aunque al transcurrir el tiempo, esa fantasía ya da lugar a la realidad.
¡Estimula a tu niño de manera creativa y saludable!
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