La conjuntivitis puede ser de naturaleza alérgica (reacción al polen por ejemplo) y se manifiesta generalmente por unos párpados hinchados, enrojecimiento acompañado de dolor en los ojos. También puede ser causada por un virus o bacteria. Sea cual sea la causa, hoy queremos contarte cómo tratar el dolor de la conjuntivitis.
Conjuntivitis con dolor
Este dolor, comparable a una sensación de picadura de mosquito, se puede volver muy desagradable en el caso en el que se trate de una conjuntivitis alérgica. Suele ir acompañado de problemas de visión o de una producción abundante de pus amarillento o verde.
Ciertamente, se trata de un dolor desagradable. Sin embargo, la conjuntivitis no debería impedir realizar las tareas cotidianas, puesto que suele desaparecer al cabo de una semana aproximadamente. ¿Cómo?
Se puede acelerar el proceso de curación aplicando sobre los ojos una compresa templada durante cinco a diez minutos, y al menos tres veces al día. Con un tampón de guata esterilizado o empapado en agua limpia se pueden eliminar las costras que se forma alrededor del ojo.
Para aquellos que tienen muchas secreciones, pueden utilizar una preparación a base de champú (una dosis) para bebé y agua templada (diez dosis).
El sueño y conjuntivitis infecciosa
Cabe destacar que el sueño favorece la intensificación de la conjuntivitis infecciosa, ya que se tienen los ojos cerrados. Por esta razón, conviene aplicar una pomada antibiótica sobre los ojos antes de ir a la cama, puesto que preserva la formación de costras.
A pesar de que la infección del ojo puede rasgar la córnea, causar una úlcera y provocar ilusiones ópticas, o incluso provocar daños irreversibles, la conjuntivitis forma parte de las enfermedades oculares que son fáciles de tratar. En caso de duda, la opinión de un médico siempre es de rigor.
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