#1 Enfermedades cardiovasculares
Lamentablemente, la mayor parte de los fumadores sucumben a este tipo de enfermedades. Esto se explica por el hecho de que fumar acelera el endurecimiento de las arterias y duplica -y hasta en algunos casos cuadriplica- las posibilidades de la formación de coágulos. Todos estos factores, en definitiva, convierten al fumador en una persona más vulnerable tanto a los ataques cardíacos, como a los derrames cerebrales.
#2 Cáncer
3.Los fumadores también son más propensos a padecer aquellas variedades de cáncer que casi no se presentan en los no fumadores, como el cáncer de pulmón, el de garganta y el de boca. Los vínculos existentes entre el tabaquismo y el cáncer son a esta altura innegables. Así lo han constatado numerosas investigaciones que han concluido, por ejemplo, que el 90% de los casos de cáncer de pulmón se debe al cigarrillo y que uno de cada 5 fumadores (aquellos que fuman más de 15 cigarros al día) morirá a causa de esta enfermedad. Por otro lado, quienes están sujetos al tabaquismo son cuatro veces más propensos de contraer cáncer de boca que un no fumador.
#3 Enfermedades pulmonares
El tabaquismo obstruye el flujo de aire y dificulta la respiración. Por estos motivos, puede desencadenar un enfisema, que supone el daño extensivo de los alvéolos y una aguda dificultad para respirar. El tabaquismo también puede generar bronquitis crónica, que implica, por su parte, padecer una tos casi continua. Estas dos condiciones suelen denominarse "enfermedades pulmonares obstructivas crónicas" (EPOC). Estas comienzan a manifestarse entre los 35 y 45 años, cuando el funcionamiento de los pulmones empieza a decaer.
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