Las mujeres, por nuestra constitución, somos más proclives a sufrir este tipo de infecciones renales. Una simple infección de orina puede complicarse, ascender hasta alguno de nuestros riñones y ocasionar consecuencias que debemos conocer.
Hoy en nuestro espacio, por el bien de tu salud y para tu tranquilidad, te invitamos a conocer los principales síntomas de una infección de riñón.
Cuando padecemos infección de riñón nos vamos quedando poco a poco sin fuerzas y experimentamos un cansancio progresivo.
1. ¿Cuáles son las causas de una infección de riñón?
Los síntomas aparecen de pronto, de un día para otro sin que podamos saber la razón. Son muchas las mujeres que se sorprenden ante el diagnóstico de una infección de riñón pero, en realidad, puede aparecer por varias causas. Toma nota:
- La más frecuente es una infección de vejiga que no se ha curado correctamente. En ocasiones, no seguimos el tratamiento adecuado. Hay muchas mujeres que, por ejemplo, deciden automedicarse, y esto no es recomendable. Debes saber que existe un antibiótico apropiado para cada tipo de bacteria que origina la infección. No son todas iguales. De ahí la importancia de acudir al médico, para que esa infección de vejiga se resuelva bien y no ascienda hasta el riñón.
- Somos nosotras quienes solemos ser más proclives a las infecciones por nuestra anatomía.De ahí, que hechos como una correcta higiene íntima sean fundamentales para evitarlas. Pero ojo, una higiene “exagerada”también puede hacer que perdamos esas bacterias beneficiosas que nos ayudan en estas zonas, y de ahí la necesidad de mantener un equilibrio, una limpieza normal diaria. También debemos tener cuidado en nuestras relaciones sexuales.
- En ocasiones, los riñones poliquísticos también pueden originar estas infecciones.
- La diabetes es también otro factor a tener en cuenta.
- Tener cálculos renales es, sin duda, otro factor predictivo de la clásica infección de riñón.
- Tener las defensas muy bajas y un sistema inmunitario debilitado.
2. Síntomas de una infección de riñón
1. Cansancio inexplicable
El cansancio es progresivo. En ocasiones, y más en nuestro caso, hay días en que nos sentimos más cansadas de lo habitual: la menstruación, un dolor de cabeza… es algo normal. Pero en caso de una infección de riñón, llega un día en que no tenemos fuerzas. Es casi como si nos “hubieran partido por la mitad”, sólo encontramos alivio al sentarnos o acostarnos.
- El cansancio debe ser progresivo. Cada día es peor y no hay días de mejora espontánea.
- No está relacionado con el estrés ni con el esfuerzo que hagas.
- No se resuelve con ningún medicamento y resulta difícil proseguir con las tareas diarias.
2. Distintos tipos de dolor
Una infección de riñón suele ocasionar distintos tipos de molestias que debemos saber reconocer:
Dolor en los dos lados del abdomen.
- En ocasiones se extiende hasta la ingle y al oprimir un poco con la mano nos da la sensación de encontrar un alivio momentáneo.
- Dolor muy fuerte en la parte baja de la espalda, a uno de los lados. Es como tener una placa ardiendo en esta zona.
- Dolor de cabeza intermitente pero con cierta intensidad.
3. Alteraciones en la orina
- Es muy común que, de pronto, sintamos una urgencia persistente de ir al baño. Incluso después de haber terminado, seguimos teniendo ganas de orinar.
- La orina adquiere otro color, como de “coca-cola”. Es signo de que puede existir sangre o pus en la misma.
- El sencillo acto de orinar ocasiona mucho dolor.
4. Cuidado con la fiebre
El hecho de tener ya unos pocos grados de fiebre es un aviso de que algo ocurre, de que tenemos una infección. Si presentamos los síntomas anteriores, y en especial fiebre, debemos acudir cuanto antes a nuestro médico. Es un claro indicativo de que padecemos una infección de riñón.
5. Falta de apetito
Es muy común que al cansancio extremo se le una la inapetencia. No nos apetece nada, ni platos elaborados, ni simples ensaladas. Lo que sí es habitual es que sintamos mucha sed. Habitualmente, las infecciones nos resecan por dentro y ocasionan ganas de beber.
6. Pulso acelerado
Como consecuencia directa de la fiebre y la infección, podemos sufrir taquicardias o pulso acelerado. Nuestro organismo tiene una pequeña alteración y obliga al corazón a trabajar más deprisa. De ahí también el cansancio.
7. Náuseas y vómitos
El sentir náuseas y llegar incluso a vomitar, es un síntoma más avanzado de una infección de riñón. Es cuando empezamos a tener problemas para hacer la digestión, no toleramos tan bien la comida y presentamos problemas intestinales. Esto puede conllevar mayor debilidad, temblores, más cansancio…
Intenta no llegar a estos últimos extremos. Una infección de riñón se identifica enseguida si presentamos fiebre, cansancio, dolor en la parte baja de la espalda y presencia de sangre en la orina.
Recuerda siempre que será tu medico quien te dé el tratamiento más adecuado y pertinente. Normalmente, son los antibióticos quienes nos permitirán reponernos pero, como decimos, debemos seguir siempre las pautas de los profesionales.
Mientras, sigue una dieta adecuada, mantén reposo y no pierdas en ningún instante el optimismo. Tu salud lo merece.
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