Origen de las uñas descamadas
Como se dijo anteriormente, son variadas las causas por las que se descaman las uñas. Si bien se aconseja realizar una consulta con un médico, también se puede tratar de forma casera o preventiva.
Si el origen de las uñas descamadas tiene que ver con una mala alimentación, está asociada a la falta de calcio. Para contrastarlo, es preciso consumir lácteos, como ser leche, yogur, queso y también espinaca, acelga y todas las verduras de hoja verde. Evita el consumo de gaseosas, mate, té, café, etc porque no permiten una óptima absorción de este nutriente vital. También puedes consumir complementos de vitamina A, B y D o de calcio.
Si la razón es la poca hidratación, se recomienda consumir frutas, líquidos (agua y zumos) y también vegetales como el tomate, para prevenir que la descamación sea mayor. Una vez al día colocar una crema hidratante en las uñas, en lo posible antes de dormir o después de permanecer en contacto con el agua por mucho tiempo (lavar ropa a mano, mucha vajilla, bañar a los niños o realizar un baño de inmersión). También se aplica en el caso de las personas que se comen o muerden las uñas, porque éstas se encuentran constantemente en contacto con agua (la saliva), además de que se le van quitando las capas con los dientes.
En cuánto a la estética, algunos tratamientos o prácticas pueden dañar la salud de las uñas, como por ejemplo el aplique de postizas, limar exageradamente, el uso de esmaltes de mala calidad o con demasiado formol, secado repetitivo de las uñas cuando están húmedas, quitar el esmalte con químicos muy agresivos (la acetona hace mal también a la piel si entra en contacto), no dejar pasar uno o dos días sin esmalte para que la uña “respire”, etc.
Otra causa es el contacto con productos químicos, como ser desinfectantes o limpiadores, sin usar guantes. Esto hay que evitarlo en todo momento, pues los detergentes, lavandinas y otros productos generan irritación en la piel y descamación en las uñas.
La enfermedad de las tiroides también puede desencadenar un problema en la dureza de las uñas. En ese caso es preciso consultar con el endocrinólogo para que recete el tratamiento correspondiente para esta enfermedad.
Por último, se puede deber al estrés o la falta de sueño. Estos dos factores se modifican simplemente dejando que los problemas del trabajo queden sobre el escritorio cuando nos vamos, buscando el lado positivo a las discusiones de pareja, pensando de qué manera solucionar al falta de dinero, etc. Para dormir mejor hay muy buenas hierbas que se pueden usar en infusiones y relajar el cuerpo y la mente.
Recomendaciones para mejorar las uñas escamadas
- No utilices esmaltes de mala calidad o demasiado baratos porque pueden contener productos químicos perjudiciales para las uñas y las debilitan.
- Usa esmaltes específicos para evitar que aparezcan las escamas. Hay muchas marcas de cosméticos que ofrecen productos para tratar este problema, dentro de sus líneas “terapéuticas”.
- Aplica un fortalecedor de uñas tres veces a la semana.
- Evita cortar o tirar de las escamas para que no se dañe aún más la matriz de la uña
- Sumerge los dedos en un recipiente con agua y vinagre de manzana unos 3 minutos, dos veces a la semana
- Usa una lima especial que al pasarla sobre la uña la pule lentamente y quita las escamas, dejándola más lisa. No se recomienda un uso muy seguido porque la uña quedará demasiado fina.
- Embebe un algodón con aceite de oliva y pásalo por las uñas para que se hidraten y sellen las escamas.
Cómo hacer fortalecedores de uñas caseros
Si sufres de uñas débiles que se quiebran a cada rato, un buen fortalecedor es lo que precisas para que estén fuertes y sanas en poco tiempo. En el mercado puedes encontrar una gran variedad de marcas y modelos de fortalecedores para uñas, sin embargo, hay recetas caseras igualmente eficaces, más económicas y naturales.
- Crema fortalecedora para uñas: se elabora con 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 de miel pura de abeja, 1 pizca de sal y 1 yema de huevo. Mezcla todos los ingredientes y aplica sobre las uñas. Deja actuar por 20 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Se puede repetir tres veces a la semana.
- Aceite de oliva extra virgen: Sumerge las uñas en un recipiente con este aceite por varios minutos antes de ir a dormir o embeber un algodón y masajear las uñas cada noche. Si lo mezclas con aceite de almendrasharás un complemento ideal para que tus uñas estén más fuertes (2 cucharadas de cada uno). Aplica en las uñas y cutículas y deja actuar 10 minutos.
- Fortalecedor “recargado”: si ya has comprado un fortalecedor en la farmacia o perfumería, añade al frasco 1 diente de ajo machacado, 5 gotas de zumo de limón y 5 de yodo blanco. Mezcla bien, deja reposar 2 días y aplica por dos semanas seguidas.
- Cebolla: corta al medio una cebolla y coloca dentro las uñas, unos cinco minutos. Deja que se sequen al aire libre.
Imágenes cortesía de Vincent Lock, Peter Stevens, Julian Partridge, viviandnguyen, sjephoto y soaringbird.
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