Estas pasando por un mal momento, ha estado ocurriendo algo en tu vida que no te ha dejado tranquilo?
Si la tristeza está adherida en tu corazón no debes preocuparte, existe una salida a esto. Primeramente debes buscar de la ayuda de DIOS, y pedirle con todo el corazón que saque de tu corazón todas esas impurezas y pedirle sanidad del alma y sanidad del corazón.COMO PODEMOS VENCER LA TRISTEZA
Piensa en la tristeza como una enfermedad, ya que esta es el sustrato de la depresión. Esta es una enfermedad que hay que curar como un musculo cuando deseamos fortalecerlo. Debemos golpear la tristeza con todo el ánimo y la energía posible.
Debemos identificar que nos suele entristecer. Puede que cada persona seamos diferentes, y todos damos vueltas en nuestro propio mundo, pero en realidad a todas las personas nos duele lo mismo.
A todos nos afectan las mismas cosas: la sensación de soledad, de no ser comprendidos o respetados. Sentimos el desprecio y el maltrato. Las mentiras y las traiciones.
Y también sufrimos a veces sin saber muy bien la razón. ¿Por un vacío? ¿Por haber llegado a un momento en nuestras vidas donde nos damos cuenta de que no somos del todo felices? En ocasiones ocurre. Y es algo normal. Te explicamos pues qué pautas puedes seguir para racionaliza la tristeza, y despegarte de ella de modo saludable.
PUNTOS PARA CURAR TU TRISTEZA DÍA A DÍA Y NO SENTIRTE VACÍO
Parece fácil pero no lo es, debes identificar lo que te afecta, puede que en ocasiones sea el cumulo de muchas cosas, ya se algo que te hizo tu pareja, la sensación de que no haces las cosas que te gustan, una desilusión, o simplemente la tristeza no tiene un solo color
No te encierres en casa ni te quedes enredada, además de eso no te dejes vencer, debes salir con los tuyos, tener actividad física saliendo de casa. No cambies las relaciones sociales por estar a oscuras en la cama.
Los episodios de tristeza deben servirnos para aprender, tomar nuevos rumbos y salir fortalecidos.
Cuando te levantes por la mañana, ponte un objetivo. Algo que te empuje por dentro y que te obligue a salir de la cama, a vestirte, a sentirte atractiva y con ganas de salir por la puerta de casa. Apúntate a algún curso: pintura, yoga, baile… algo que te obligue a mantener tu mente y tu cuerpo ocupados en algún proyecto por pequeño que sea.
Es esencial que encuentres el sentido en esas cosas que te rodean: en la sonrisa de tus hijos, en esa pareja que te quiere, o esos amigos o familiares que lo hacen todo por ti.
Piensa en esa mascota que siempre busca tu cercanía, en ese paseo por el parque que siempre disfrutabas. Ilusiónate por un viaje, por un pequeño cambio en tu vida. O por uno grande. Márcate un objetivo y piensa qué podrías hacer para conseguirlo.
Y así, día a día, con esa chispa bien encendida, acabarás quemando la letargia de la tristeza. Esa que se adhiere y que a veces no nos deja ver lo hermosa que es la vida. Cuídate, sé feliz cada día. Tú lo mereces.
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