Algunos indican que la medida justa es 8 horas, otros dicen que 7 son suficientes, pero realmente, ¿Cuántas horas debemos dormir por día? Todo depende de varios factores. Conócelos en el siguiente artículo.
El tiempo ideal de sueño varía según las personas. Las investigaciones recientes afirman, que la creencia popular de las siete u ochos horas diarias no son necesarias, al menos no para todos.
importante de nuestra vida
No hay dudas que todos necesitamos dormir, sin importar nuestra edad, nuestra profesión o nuestras actividades diarias. El quid de la cuestión es cuánto tiempo es el suficiente. Si sumamos todas las horas que dormimos al año, probablemente sea la actividad que más hagamos o que nos insuma una mayor cantidad de tiempo. Y además, el resto de las cosas que practiquemos cada día dependerán pura y exclusivamente del reposo que tengamos. Si no dormimos bien, no podemos estudiar, trabajar, cocinar, etc.
Según la creencia popular, tenemos que dormir ocho horas,pero esto no resulta tan beneficioso como creemos, sobre todo en algunos casos. En la actualidad esa idea está quedando cada vez más obsoleta, ya que se estudian en detalle otras cuestiones, como ser los niveles de productividad de una persona. No hay ni una sola explicación científica del por qué debemos dormir un tercio de cada día.
Daniel Kriple es uno de los especialistas en sueño más prestigioso del mundo. Él ha constatado que la gente que suele dormir entre seis horas y media y siete horas y media por día son más felices y más productivos. Además,dormir ocho horas o más es peor que dormir sólo cinco.
Es bueno saber que estas cifras pueden variar ligeramente según cada persona. No todos precisan lo mismo para sentirse “restaurados”. Tiene mucho que ver la genética, la complexión física y las tareas que haga a diario. Esto no quiere decir que aquél que está todo el día de aquí para allá debe dormir más porque tal vez alguien que se queda en el PC trabajando 8 horas seguidas lo necesite más. El problema comienza cuando dormimos menos de lo necesario.
Podemos perder la capacidad para hacer ciertas tareas, según se cree. Sin embargo, parece que eso también es un mito. Una persona con falta de sueño a veces hasta puede trabajar mejor que aquella que “respetó” la cantidad de horas estipuladas. La diferencia radica en el hecho de que la que menos durmió tendrá menos posibilidades de recuperar su concentración y enfoque.
La siesta y la productividad
Cada vez son más las empresas que deciden ofrecer a sus empleados la capacidad de echarse a dormir una siesta después de la hora del almuerzo (o dentro de ella). Es que los estudios han revelado que pueden mejorar la calidad de sueño. Si una persona duerme la siesta a eso de las tres de la tarde, es decir, cuando su capacidad de trabajo se reduce como en “caída libre”, entonces, reposar un poco añadirá una hora y media más al alto rendimiento.
Tampoco es preciso sobrepasarse con la siesta porque de lo contrario será imposible volver a enfocarse. Una siesta perfecta no debe superar los 30 minutos. Este hábito llevará a estar menos cansado, tener mejor ánimo y ser más eficiente en cualquier tarea que se desarrolle.
¿Cuántas horas dormir según la edad?
Cada franja etaria tiene una necesidad específica en cuánto al sueño (así como también en relación a la comida, el ejercicio, los cuidados de salud, etc).
Bebés
Los más pequeños se desarrollan muy rápido y para ello necesitan dormir unas 17 horas cada día para poder continuar con ese proceso. Al nacer, el reloj biológico que permite dividir entre los dos ciclos, diurno y nocturno, no se ha desarrollado aún, por ello es que hasta los seis primeros meses, pueden dormir más durante el día que la noche. A su vez, los bebés alternan períodos de REM (movimientos oculares rápidos) y NREM (sueño profundo) al igual que los adultos. Pero los pequeños suelen estar más en la primera fase, por eso es más fácil que se despierten.
Niños pequeños.
En este grupo se encuentran los niños de entre 1 y 2 años. Son muy activos en esta etapa de su vida y precisan bastante tiempo para descansar cada día. El promedio recomendado por los pediatras es de diez y trece horas diarias. Algunos padres creen que es mejor dejarlo que duerma toda la noche “seguida” y otros que haga pequeñas siestas diurnas. Es importante que el ciclo se adapte a toda familia.
Niños
Los que tienen entre 3 y 12 años son los que sufren más de pesadillas. También son los más activos y aprenden constantemente. Esto los cansa y los hace dormir más. El sueño puede variar entre las ocho y las once horas al día. A medida que crecen van necesitando menos tiempo para recuperarse de las actividades.
Adolescentes
Lo que necesitan para dormir son nueve horas, aunque la mayoría de ellos no lo cumplen por diferentes razones. Es frecuente que quieran quedarse hasta tarde mirando televisión, en las redes sociales o con los video juegos y luego levantarse al mediodía. Esto sólo es permisible en las vacaciones, porque después deben cumplir con los horarios del colegio. Además, cuando se llega a la pubertad, se produce una mayor cantidad de la hormona melatonina, relacionada al sueño, la cuál hace que el joven se sienta más cansado que antes. Es preciso que respete los horarios para dormir.
Adultos
La media es de ocho horas de sueño, pero como se dijo antes, esto es relativo. Algunos precisan dormir menos (seis a siete horas) y otros más (nueve). Se puede “permitir” dormir menos una noche o directamente “seguir de largo”, pero el problema es que cuando eso ocurre muchas veces a la semana se produce un desequilibrio muy grande y no permite realizar diferentes tareas.
Ancianos
La necesidad de dormir no va disminuyendo con la edad, pero lo que ocurre es que después de los 60 años, las personas van teniendo el sueño menos profundo. Por ello es más probable que sólo duerma cuatro horas a la noche, que se levante muy temprano, etc.