sábado, 9 de noviembre de 2013

Rejuvenece tu piel con ayuda de la miel



La miel es uno de los productos más fantásticos que nos regala la madre naturaleza. Producida por las trabajadoras abejas, este producto nos brinda nutrición, alivio de enfermedades y nos ayuda para vernos más bellas, protegiendo la piel y el cabello . La miel ha sido usada desde épocas milenarias para mantener la belleza de la piel y como tratamiento para ciertas dolencias. Rejuvenece tu piel día tras día, gracias a las propiedades de este producto natural.

Propiedades de la miel para sanar, embellecer y mantener la piel joven

  • Exfoliante . Contiene azúcares como glucosa, fructosa y ácidos alfa-hidróxidos AHAs naturales, los cuales son ideales para dejar la piel en tono uniforme, ayudando a desaparecer manchas y dejar la piel suave. La exfoliación producida por la miel contrarresta la irritación que suele producir, gracias a sus propiedades hidratantes. Ayuda a regenerar las células de la piel, haciendo que tenga un look juvenil y vibrante.
  • Hidratante . Posee la cualidad de atraer y mantener la humedad. Este factor es vital para que la piel mantenga su flexibilidad, suavidad y elasticidad naturales. Las propiedades humectantes de la miel, ayudan especialmente para contrarrestar los factores ambientales que envejecen la piel.
  • Anti-microbiana . Por su contenido de peróxido de hidrógeno, alto contenido de azúcares, contenido de proteínas y acidez alta, evita la proliferación de algunas bacterias. Esta propiedad la hace eficaz para tratar el acné, sin dejar la piel seca. Además es buena para tratar manchas en la piel y prevenir su aparición.
  • Antioxidante . Estas sustancias son esenciales para contrarrestar el envejecimiento del organismo de dentro hacia afuera. En el caso del cuidado externo de la piel, ayudan a protegerla de los dañinos rayos solares UV. La exposición prolongada al sol sin protección es una causa importante de la aparición arrugas y envejecimiento de la piel.

Rejuvenece tu piel con estos remedios caseros

  • Humecta, exfolia e ilumina tu piel. Aplica miel sola sobre tu piel, deja reposar 20 minutos. Aclara con abundante agua tibia.
  • Loción de limpieza y exfoliación. Mezcla 2 cucharadas de almendras molidas con 1/2 cucharada de jugo de limón y una de miel. Masajear suavemente sobre el rostro y enjuagar con agua tibia.
  • Máscara facial hidratante y reafirmante . Mezcla 1 cucharadita de glicerina, una clara de huevo, 1 cucharada de miel y harina necesaria para formar una pasta. Aplica sobre rostro y cuello, deja reposar 10 minutos. Luego aclara con abundante agua tibia.
  • Suavizante para piel seca. Agrega una cucharadita de leche y una de miel, mezcla bien. Aplica sobre la cara y deja reposar 10 minutos. Enjuaga con agua tibia.
  • Suavizante para zonas ásperas. Mezcla 1/4 cucharadita de jugo de limón con una de aceite vegetal y una de miel. Aplicar en la zona deseada (codos, talones, manos) y dejar reposar 10 minutos. Enjuagar con agua fresca.
  • Ilumina y rejuvenece tu piel. Mezcla dos cucharadas de harina de garbanzo (puedes sustituirlo por harina de avena) con 1/4 de cucharadita de cúrcuma. Lentamente agrega un poco de miel y leche, hasta conseguir una pasta suave pero no líquida. Esparce sobre rostro y cuello, deja reposar 15 minutos. Luego enjuaga con agua tibia y finalmente fría.

Consideraciones adicionales

La miel usada sola no irrita la piel, siendo ideal para pieles sensibles. Puede usarse en combinación con otros tratamientos de belleza (cremas, etc). Aunque la miel es prácticamente inocua al usarse externamente, siempre considera consultar con tu dermatólogo ante cualquier duda respecto a usar un producto natural de belleza.

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